Cómo saber cuándo vender su casa

Vender una casa puede ser una decisión complicada con muchos factores diferentes a considerar. Ya sea que estés buscando reducir el tamaño, reubicarse o simplemente quieras un cambio, hay varias señales que pueden ayudarte a tomar una decisión informada sobre cuándo es el mejor momento para poner tu casa en el mercado.

Cambios en las necesidades de tu vida

Si hay algo cierto sobre la vida, es que las cosas cambian. La casa que compraste hace años puede que ya no se ajuste a tus necesidades si tu familia está creciendo o si tus hijos se han mudado. Otras veces, un nuevo trabajo, un matrimonio o un divorcio, la jubilación u otros eventos de la vida pueden dejarte necesitando un espacio diferente.

Factores de capital y del mercado

Es crucial entender el valor actual de tu casa en comparación con el precio de compra y mantener un ojo en el mercado de la vivienda. ¿Tienes suficiente capital en tu casa para cubrir los costos de cierre, reparaciones y otros gastos para venderla? Si es así, ¿el mercado de la vivienda está favoreciendo a los vendedores o a los compradores? Por último, considera tus objetivos y decide si quieres aprovechar tu capital para otras inversiones o destinarlo a una casa diferente que se ajuste mejor a tus necesidades.

Cambios en el vecindario y la comunidad

A medida que cambian los tiempos, tu vecindario o comunidad puede que ya no satisfaga tus necesidades. Cambios en la calidad de las escuelas, la construcción importante cercana y otros factores pueden afectar considerablemente el valor de tu propiedad. Trabaja con un agente inmobiliario para evaluar cómo estos cambios podrían influir en tu experiencia viviendo en tu casa y en el valor a largo plazo de tu propiedad.

Factores financieros

Vender cuando los precios son altos significa que también tendrás que comprar mientras los precios están altos o afrontar los precios actuales de alquiler. Piensa en aspectos como el aumento de los costos de mantenimiento, los impuestos a la propiedad y las tasas de interés mientras revisas tus finanzas y decides si esos costos se convertirán en una carga con el tiempo. Si estás luchando para cumplir con los pagos de tu hipoteca o has acumulado mucho capital, vender puede ayudar a aliviar la presión financiera que podrías estar sintiendo.

Antes de poner tu casa en el mercado, haz los cálculos para ver si puedes permitirte comprar otra propiedad si ese es tu plan. Querrás revisar tus finanzas para determinar qué tamaño de préstamo podrías calificar y cuánto puedes gastar de manera segura en una hipoteca cada mes.

Reparaciones y mejoras en el hogar

Haz una revisión exhaustiva de la condición de tu casa. ¿Hay reparaciones que son solo estéticas o son más complejas? ¿Los costos de esas reparaciones superarían tu posible retorno de inversión? Si la respuesta es sí, vender podría ser una mejor opción. Por otro lado, si ya has completado mejoras y renovaciones, destacar esos avances y aumentar el atractivo exterior de tu casa puede ayudar a incrementar su valor de mercado (y el precio de venta).

Preparación emocional

Haz una revisión exhaustiva de la condición de tu casa. ¿Hay reparaciones que son solo estéticas o son más complejas? ¿Los costos de esas reparaciones superarían tu posible retorno de inversión? Si la respuesta es sí, vender podría ser una mejor opción. Por otro lado, si ya has completado mejoras y renovaciones, destacar esos avances y aumentar el atractivo exterior de tu casa puede ayudar a incrementar su valor de mercado (y el precio de venta).

Metas y planes futuros

Este aspecto debería estar cerca de la parte superior de tu lista para preparar a tu futuro yo para el éxito. Ya sea que eso signifique mudarte a otra área, viajar, jubilarte o algo diferente, tenlo en cuenta al decidir vender tu casa.

Consideraciones estacionales

Históricamente, más personas compran casas en primavera y verano que en cualquier otro momento del año, con el mercado comenzando a crecer tan pronto como en febrero. Los árboles y flores en plena floración, junto con días soleados y brillantes, ayudan a que las casas luzcan mejor; además, muchos compradores buscan casas durante la primavera para poder mudarse en verano, cuando el clima es más favorable. Debido a que hay más inventario, necesitarás aumentar el atractivo exterior de tu casa para que se destaque frente a las demás en venta. Vender durante los meses de verano significa menos competencia y el atractivo exterior sigue siendo alto. Específicamente, los compradores con niños en edad escolar podrían hacerte ofertas más serias y querer cerrar rápidamente para poder mudarse antes de que comience el año escolar. El inventario de viviendas disminuye a medida que los meses más fríos se instalan durante el otoño y el invierno. Esto significa que la demanda de compra también disminuye, pero eso implica que tu casa será una de las pocas listadas y disponibles para comprar, incluso si tarda un poco más en venderse.

Cuándo no vender tu casa

Si bien no hay un momento perfecto para vender tu casa, el peor momento es cuando tu hogar tiene un proyecto importante sin terminar (como, por ejemplo, estar en medio de una reparación de la fundación) o necesita trabajo significativo. Los tipos de proyectos que los posibles compradores podrían querer evitar son un techo con filtraciones, revestimiento en mal estado, reparaciones de tanques sépticos, trabajos de plomería o eléctricos, problemas estructurales como una fundación en mal estado, y cosas por el estilo. Los compradores son mucho más propensos a pasar por alto una cerca sin pintar o otros pequeños proyectos. Antes de vender, considera realizar una inspección tú mismo para adelantarte a cualquier reparación necesaria, antes de enterarte de ellas cuando la inspección del comprador revele un motivo de rechazo.

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